De día, la atmósfera de la Tierra nos encierra en nuestro propio planeta y solo nos permite la visión del Sol y a veces, de nuestra Luna, en las fases en las que se puede ver durante el día.
Si está nublado y llueve, podremos disfrutar de los bellos momentos que nos regala un buen cielo nuboso y el cúmulo de sensaciones de la lluvia: recogimiento, olor a tierra mojada, el sonido del agua corriendo...
De noche, todo toma otra dimensión. Incluso con nubes y lluvia, todo es diferente, mágico.
Pero sobre todo, estas sensaciones crecen cuando el cielo nocturno se muestra tal cual, desnudo ante nuestros ojos.
Lejos de luces de poblaciones, aparece el resto de nuestro universo cercano, las estrellas que llenan los cielos de nuestra nave espacial: La Vía Láctea.
También se puede ver alguna otra galaxia cercana, como Andrómeda. Y desde el hemisferio Sur, las Nubes de Magallanes.
El resto de lo que vemos está dentro de nuestra galaxia. Para ver más allá, hay que usar instrumentos como los telescopios. Nuestra visión humana, no da más de sí.
En verano, en el hemisferio norte, se puede disfrutar de estos fabulosos cielos, pues se dan unas condiciones muy buenas.
El calor invita a salir de noche a respirar aire fresco y descubrir el arco de la Vía Láctea y sobre todo el centro de la galaxia moviéndose por el horizonte Sur.
Ya en Primavera se puede disfrutar del espectáculo nocturno estrellado, pero hay que trasnochar bastante. La imagen de arriba la tomé en Marzo a las cinco de la madrugada, con la Vía Láctea recién despegando por el horizonte.
Un mes antes, aún en invierno, algunas noches resultan especialmente amables en temperatura y cielos, sobre todo si además coincide en fin de semana... Pero la Vía Láctea todavía no se deja ver. Aquí todavía domina Tauro con sus Pléyades e Hyades, y Orión.
Aunque los cielos siguen teniendo mucho atractivo. En este caso con la Luna en fase gibosa creciente.
Aún en invierno, La Tierra sigue girando con el Universo.
Los almendros silvestres en flor decoran la noche de final de Febrero-principio de Marzo.
Las noches de invierno mueven las nubes y el Universo.
La Primavera estalla en noches de Luna llena sobre la Córdoba califal, como lo hacía en los Cuentos de las mil y una noches.
Entre sus muros de piedra, duermen multitud de historias.
Llega la época de la cosecha, y el calor empieza a dominar tierras, cielos y cuerpos.
La Vía Láctea se hace dueña del cielo nocturno.
A veces, planetas y satélites coinciden a nuestros ojos terrícolas.
La última puesta de Sol de la primavera coincide con el Solsticio de Junio.
Poco después llega la primera Luna llena del verano.
El Sol de los primeros días del verano, se despide de la campiña cordobesa.
Venus y Júpiter se abrazan en el crepúsculo sobre el trigo cosechado.
El calor se hace notar y reseca la laguna.
Al final, solo queda la noche iluminada por los millones de estrellas de nuestra galaxia.
Que céus tão preciosos!!!! Ainda que esteja seco, a terra rachando,... te-se a beleza das estrelas, da noite, do sol...
ResponderEliminarBelíssimas fotografias!!!!!
Um beijo e uma flor.
Gracias, querida Teca.
EliminarUn placer tu visita y comentario.
Beijos e flores para voce.
"A menudo pienso que la noche está más viva y más rica de colores que el día". Vincent Van Gogh.
ResponderEliminarLa noche nos sugiere... Nos enseña... Nos sorprende y nos embruja muchas veces por su belleza!!
Preciosas!!!
Un beso desde Béjar .
Gracias por tu comentario Laura M.
EliminarDesde luego el gran Vincent sabía mucho de colores.
La oscuridad de la noche nos abre paso a otra dimensión a menudo desconocida y ensancha nuestros horizontes, llegando a engancharnos con su magia y su embrujo.
Besos vuelan hacia esa hermosa Extremadura.
Vuelvo a leer hoy mi respuesta y reparo en que cambié tu ciudad de Comunidad Autónoma; de Salamanca (Castilla y León) a Extremadura.
EliminarSupongo que será porque está realmente cerca de Cáceres.
Disculpa el despiste.
Ahora sí: besos vuelan para Salamanca...
Que fácil es a veces dejarse llevar... desaparece cualquier tipo de resistencia y todo se vuelve mirada. Y quisieras que esas fotos fuesen puertas por donde colarse y trepar hacia las estrellas y mirar desde allá arriba lo que sucede acá abajo... ver nuestra mirada expectante, esa búsqueda de respuestas inalcanzables... Quizá desde allá arriba supiésemos y alentaríamos a esos corazones insaciables para que no cesaran en su búsqueda.
ResponderEliminarTienen mucho poder tus imágenes Juan. Es un placer asormarse contigo al universo.
Abrazos.
Es todo un placer leerte, amiga Consuelo.
EliminarTus palabras destilan sabiduría, además de una inmensa belleza.
Me siento muy halagado de que mis fotos hayan hecho surgir de tu espléndida pluma, esas ideas tan agradablemente ordenadas.
De igual forma es un placer asomarse a tu blog a disfrutar de tus mágicas palabras.
Besos, flores y abrazos.