Recién comenzado el Invierno, un Almendro silvestre se llena de flores blancas maravillosas que dan un toque de color al paisaje invernal de la Campiña cordobesa.
La primera señal de que la vida se renueva, a pesar del frío y los días cortos, aunque... ya se van haciendo más largas las horas de luz.
Espejo al fondo, con su castillo en lo alto, se erige como vigía de los campos de olivar.
Magníficas fotografias! Uma beleza de flor!!! A última imagem está poética...
ResponderEliminarBeijos com carinho.
Gracias teca por tus hermosos comentarios.
EliminarBeijos también para ti y mucho carinho.
¿Ya están en flor? desde luego son todo un espectáculo.
ResponderEliminarMe encanta la última foto y sobre todo la de cabecera del blog ¡es de concurso!.
Un abrazo.
Pues sí, al menos los silvestres, de hecho éste ya casi no tiene flores, hace tres días le hice una visita y ya las estaba cambiando por hojas y brotes.
EliminarEsta Naturaleza siempre enigmática.
Saludos.